Además de que estas palabras están cargadas de prejuicios implícitos, las propias listas dificultan la prevención del fraude.
Resulta que rechazar automáticamente las transacciones sin reunir ninguna información sobre el cliente, las credenciales u otros datos crea problemas aún mayores para tu empresa:
- Te pierdes todo el valor de por vida de ese cliente.
- Los clientes inocentes también pueden ser rechazados.
- Pierdes información valiosa sobre los patrones de fraude.
Antes de explicar por qué estas listas pueden ser problemáticas, abordemos el reto del cual nadie quiere hablar: la terminología.