En septiembre de 2019, la industria de pagos europea fue testigo de una nueva y profunda transformación digital con la PSD2. La PSD2 se diseñó para fomentar la competencia entre los proveedores financieros y mejorar la protección de los consumidores.
Como parte de la nueva directiva, la SCA es muy importante para los propietarios de tiendas porque es obligatoria para todas las transacciones electrónicas en el Espacio Económico Europeo (EEE). En concreto, exige que el proceso de pago incluya al menos dos de los tres factores de autenticación:
1. Algo que el cliente conoce (como una contraseña o un PIN)
2. Algo que tiene (como un dispositivo móvil o un token)
3. Algo de su persona (como una huella digital o el reconocimiento facial)
Cada factor de la SCA debe ser único para garantizar que, incluso si un elemento de una transacción con SCA se ve comprometido, los demás elementos seguirán siendo seguros. Además, cada código de autenticación de transacción está vinculado de manera dinámica tanto al monto de la transacción como al beneficiario. Si se modifica alguno de ellos, el código de autenticación queda invalidado.
La SCA se aplica a todos los pagos con tarjeta sin contacto en persona y a los pagos en línea iniciados por el cliente (incluidos los pagos con tarjeta de crédito y las transferencias bancarias) cuando tanto la empresa como el banco del titular de la tarjeta están situados en el EEE. Esto significa la mayoría de las transacciones en línea iniciadas por el cliente dentro del EEE, las transacciones con tarjetas emitidas en el EEE y los pagos adquiridos en el EEE.
La buena noticia es que los proveedores de servicios de pago (PSP) deben implementar directamente la SCA. Las empresas de ecommerce deben asegurarse de que su PSP cumpla los requisitos de la SCA.